lunes, 26 de abril de 2021

26 de abril de 2021. Lunes.
RISA

Sol atrapado por las nubes, en Murcia. C. Sacerdotal. F: FotVi

-La lluvia y el trueno se han ido sucediendo en la noche, como las carambolas en un juego de billar. Me desperté a las 5 de la madrugada y diluviaba, y se encendía el relámpago. Al poco, el trueno. Me acurruqué y volví a dormirme. Y sin saber cómo hacen esos roedores para dormir tanto y tan largo, he de decir que duermo como un lirón. Es un decir. Yo, como apuntaba Francis Bacon, no duermo para descansar, duermo para soñar. Solo que a mí me ocurre que, soñando, descanso, y, mientras descanso, me llegan innumerables ensoñaciones. Hago del dormir y soñar una deleitosa macedonia, un revuelto de frutas y miel de abejas, que mastico con fruición en las dilatadas horas de la noche. Sin embargo, me lamento y rezo por todos aquellos a los que el dolor –tanto ahora–, la enfermedad, las preocupaciones, la pobreza, el cómo agenciar el pan de cada día para los hijos, no les deja dormir, y, en vez, de descanso, hallan llanto y súplica. Pero hay veces que no basta sólo con rezar, también hay que echar la red y esperar a que el milagro se produzca, que entren los peces. Si el trigal no florece, no hay pan, y lloran los hijos, y sufre el corazón de los padres. Hay tanto sufrimiento y desesperanza en el mundo, que siento pudor de decir que duermo bien. Mas como yo no soy dueño de la noche, durante el día, Diario, rezo a Dios por el mundo y sus lágrimas; lágrimas que pido sean enjugadas, se conviertan en gozo y esperanza, en risa, en efemérides festiva (13:21:48).

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