13 de enero de 2021. Miércoles.
NOS ESQUIVAMOS
NOS ESQUIVAMOS
-Necesito salir, y el
hecho me produce escalofríos. Leves, pero escalofríos. Salir hoy a la calle es
como nadar en un mar donde andan escualos dispuestos a atacar. La pandemia y
los políticos nos han metido un miedo de astilla, de aguja, en el cuerpo. A la
hora de saludar, de sostener la mirada, recelamos de todo: sorteamos el más
pequeño roce con personas amigas o conocidas. Y más, si no las conocemos. Nos
esquivamos. Evitamos los besos, los abrazos, y nos han tapado las sonrisas, en
las que se expresaba nuestro corazón, donde latía, tal es el susto que nos frena.
Andamos tan lejanos unos de otros, nos puede tanto la sospecha, hay tanto ruido
de pandemia, que nos estamos olvidando del amor más íntimo, el que nos da consuelo,
el que nos abriga, el que nos hace ser humanos. Dice Eric Fromm, psicólogo: «El amor es la
única respuesta sana y satisfactoria al problema de la existencia humana». En
estas, como una llamada a alertar los sentidos, ponerlos en guardia, se nos
dice que hemos escuchado por vez primera «el zumbido de fondo» del universo. En
alas de la ciencia, oír lo exterior, lo que se hunde en el más allá de las
galaxias, es maravilloso; escuchar es acercar las cosas, y, si se prestan,
amarlas. Es como orar en silencio, sin voces que te distraigan,
contemplar y hablar (sin palabras) a lo invisible, donde se oye, muy suave, Diario, el sonido
místico y entrañable del Amor, de Dios (17:25:12).
No hay comentarios:
Publicar un comentario