24 de enero de 2021. Domingo.
EL DÍA ES BELLO
EL DÍA ES BELLO
-En estos días de pandemia y tristeza, de clamor oscuro, en los que
hablamos solo con sílabas de llanto en la boca, buscamos una buena noticia, y
apenas la hallamos. Pedimos con la palabra puesta en la mano extendida, y, al
fin, como el pobre, solo encontramos unas pocas monedas y una sonrisa de pobre,
que agradece lo que le dan. El día es bello, luminoso, como una pirueta de
delfín en un mar abierto: esto es una buena noticia. Vivimos, hemos
empezado a deshilar un sueño, llamamos y al otro lado del teléfono se pone la
persona que amamos, día, pues, de llantos, de risas, de esperanzas nuevas: esto también
son buenas noticias. Pero las malas noticias (las muertes, el retraso en la
vacunación, los intereses malévolos y abominables de los políticos, sus mentiras
contagiosas, los meteoros adversos, los vientos desbocados…), las malas
noticias superan a las que consideramos buenas y saludables, y que decimos con risas en la boca. Sin embargo, el domingo, para el cristiano,
es, debiera ser siempre una buena noticia. Es el día en que la Vida venció a la
muerte; el día que en el que se nos recuerda que Dios nos dijo que éramos sus hijos, y que todos
los nacidos de mujer somos hermanos, y que si decimos «¡Padre!», Dios, el Padre, nos escucha y nos responde diciendo «¡Hijo». Dos palabras hermosas, «Padre» e «hijo»: o
el resumen de las más bellas y liberadoras alegrías. También recordamos que nos dijo que
implantaría un Reino en el que la justicia, la verdad, la paz, y la gracia del
amor, serían su ley, su código genético, el nuevo abecedario a aprender y
ejercitar. Hoy domingo, el día en sí, Diario, que nos recuerda todas estas cosas,
tan extrañas hoy, es una buena noticia; día de pensar que hay Alguien, aún, que
nos quiere, y que, después de nuestras caídas, nos sigue llamando hijos, y nos mira, y nos ama (12:11:37).
No hay comentarios:
Publicar un comentario