22 de enero de 2021. Viernes.
DESTELLO DE PERMANENCIA
DESTELLO DE PERMANENCIA
-Aparecieron vestidos de
impecables, con sus abrigos largos y rituales: los señores con corbata, y las
señoras con sus melenas sueltas al viento, desliando sueños, o quizá vanidades.
Allí han aparecido, a las puertas del Capitolio. Los nuevos señores del mundo,
editando poder, pero luciendo mascarillas. Mientras, recibían aplausos vacíos, hosannas
líquidos; es decir, hosannas de infusión, como tazas humeantes de manzanilla
oscura. Joe Biden, y esposa; Kamala Harris, y esposo: el nuevo presidente y la
vicepresidenta, en el altar de la gloria, donde, sin embargo, flameaba la
fugacidad. Es la gloria de la rosa marchita, del tótem caído. Pero hubo, no
obstante, un instante de luz, un destello de permanencia, de intensidad
bendecida. En boca de Amanda Gorman, brotó la poesía, y lo llenó todo de páginas
de cielo inundando el Capitolio de luminosidad y palabras hermosas, como un
trigal lleno de espigas. Dijo la joven Amanda, con voz serena y fuerte, negro
sobre blanco, y vivas en los ojos: «Siempre hay luz / si somos lo
suficientemente valientes para verla. / Si tan solo fuéramos / lo suficientemente
valientes para serla». Es lo de Cavafis: «No hallarás otra tierra ni otro mar.
/ La ciudad irá en ti siempre. […] / Otra no busques –no la hay. […] / La vida
que aquí perdiste / la has destruido en toda la tierra». ¿Democracia? Alumbramos,
Diario, lo que llevamos dentro; si hay niebla, damos niebla, si hay claridad,
podemos leer en el día a día de Dios, en sus poemas invisibles, como el de la
libertad y el del Amor, en Él encarnados (13:54:49).
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