miércoles, 11 de noviembre de 2020

11 de noviembre de 2020. Miércoles.
LA MENTIRA

Camuflada, la araña espera. Torre de la Horadad. F: FotVi

-Miro al cielo de la vacuna y me digo: «¡Ha llegado el maná contra el virus!», y la noticia, con el sol que sale, me iluminan la mañana. El gozo me da en los dientes y río, y la risa se me pasa a las manos, y aplaudo, y a los pies, e intento bailar. Intento la danza, pero los años no me dejan. Pero sí me permite dar saltitos de alegría, que quedan en eso: en pequeños y mutilados retozos, leves, de alegría. Pero dentro del marco de la alegría, entra la decepción, y mancha, emborrona, el cuadro de tristeza. Porque acontece que lo de la vacuna lo ha anunciado un miembro del gobierno de Sánchez, el de la mentira continua e institucionalizada. La mentira: su programa de gobierno. Desde aquel 30 de enero en el que el ministro Illa decía: «Está preparado el sistema para hacer frente a esta situaciones y las seguimos a diario con transparencia informativa», hasta hoy, que nos ha vuelto a decir que dentro de nada llegarán millones de vacunas; vacunas que aliviarán todas nuestras penas y vencerán la maldad del bicho, que tanto desvelo y tanta amargura nos causa. Leo, y medito, en el libro de los Proverbios: «Los labios mentirosos repugnan al Señor, pero los que obran fielmente son su deleite». O esto otro de Octavio Paz, en su libro Vuelta, Ediciones Vitruvio: «…nos faltó humildad. / Lo que quisimos, no lo quisimos con inocencia». Todo lo que toca la mentira, lo convierte en humillación. Si no va a venir el lobo, no digan, como en la fábula de Esopo: «¡Que viene el lobo!», porque es posible que algún día sea verdad, que venga el lobo y muerda y deje malheridas, en su boca, las mentiras. Con el salmo también digo, Diario: «De tus preceptos, Señor, recibo sabiduría, por tanto aborrezco el camino de la mentira» (13:10:36).

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