jueves, 6 de enero de 2022

6 de enero de 2022. Jueves.
REGALO DE REYES

Los Reyes Magos, buscan al Niño Dios en Belén. Murcia. F: FotVi.

-Como ya he dicho alguna vez, sigo creyendo en los Reyes Magos, en los del Espíritu del Evangelio. Hoy han venido y me han dejado un día soleado, una misa que celebrar y rezar en Laudes aquello de: «Reyes que venís por ellas, / no busquéis estrellas ya, / porque donde el sol está / no tienen luz las estrellas». Lope de Vega era así de brillante y malabarista de las palabras; de la chistera del idioma sacaba palabras como palomas y las hacía poema, zureo de versos, villancico o diadema de canción. Él jugaba con la fe a hacer villancicos, y le salían tratados plenos de teología; el Sol –Cristo– barriendo con su Luz estrellas, como el viento hojas. Los Reyes, guiados por estrellas –como pisando en ellas para no hundirse en el mar celeste de la duda, de estrella en estrella– llegan hasta el Niño, y Lope les advierte: «Donde el Sol está…», no hay estrellas que mirar, las tapa el Niño-Dios. Las estrella están, pero celadas, como tachadas por un pincel de claridad. «El niño que ahí veis», les dice con el evangelista San Lucas, es: «El Sol que nace de lo alto», y, advertidos los Magos y sin fijarse en otras estrellas, caen de rodillas y adoran a este otro Sol, que nace de María en Belén. Es éste el Sol que ha recorrido un largo y tortuoso camino por profetas y signos desde el Ser de Dios hasta el seno de María, donde, sin dejar de ser Dios, se ha hecho hombre. Tiemblan las palabras en la teología –Dios encarnado, velado Emmanuel– y en la poesía. En otra canción o letrilla Lope también dice: «No se deja mirar / envuelto en nubes y velos; ahora, en pajas y hielos, / se deja ver y tocar». Comprenderás ahora, Diario, por qué creo en los Reyes Magos; ellos, de estrella en estrella, cada año, me llevan al Sol que, sin velos, se deja ver y tocar… en el Amor (12:11:40).

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