sábado, 8 de enero de 2022

8 de enero de 2022. Sábado.
HUMILDE LEVEDAD

Pequeño brote: el árbol vive. Murcia. F: FotVi

-Cada día me veo más sensible a la belleza; y sobre todo a la belleza de lo apenas perceptible, de lo pequeño y volátil, de lo que casi no aparece por ser humilde levedad: la flor del naranjo, o la abeja que la poliniza. La levedad noble me explaya el ánimo. No sólo las grandes cosas, sino el esplendor de lo más escondido por recatado y casi huidizo, lo solapado. Y es que para expresarse, escribe Manuel Rivas, poeta: «La verdad suele escoger el pequeño tamaño». El gigantismo no me impresiona ni en un paisaje; tampoco en arquitectura o en la resolución de un cuadro. ¿El Guernica? Me fatiga el oído por tanto grito y rasgadura –pido perdón, por huir de lo políticamente correcto y, en este caso, ser incorrecto–; me impresiona más –ejemplo– un Fray Juan Bautista Maíno, s. XVI, que, en un 34 X 28 cm., mete la Resurrección de Cristo, y, como diría un filósofo alemán, se «hace digno de verse». Porque debido al resplandor de la forma –San Alberto Magno–, la belleza de un objeto nos asombra y nos conmueve y hace que nuestro espíritu se eleve hasta sentir el placer de lo excelso e inexplicable. De la cruz de Cristo me estremece, sobre todo, el desgarro de la mano de Cristo causado por el clavo; y, con la sangre que mana, el ruido de la carne al romperse, su pequeño clamor abierto, su dolor rasgado (10:54:56).

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